Casi con un mes ya de formación en cerámica, hemos aprendido ya las técnicas básicas y criterios de decoración, que nos han permitido obtener unos resultados bastantes buenos.
Tanto es así, que hemos tomado la iniciativa de ofrecer un taller de cerámica a todas las personas del pueblo que estuvieran interesadas en aprender este maravilloso y antiguo oficio.
Como si de unos auténticos maestros ya de la cerámica se tratara, hemos ejercido de monitores, explicando a dichas personas los conocimientos que a lo largo hemos adquirido gracias a nuestra profesora Pilar.
Además de una jornada de disfrute y de distensión entre todos, nos ha servido para sensibilizar a los allí presentes y demostrarles la importancia de rescatar uno de los oficios más primitivos del mundo y que con tesón y persistencia aún la artesanía en general puede sacarnos de algún que otro apuro.
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